No sé bien como hago pero tengo
la particularidad de destrozar todo lo que toco, de terminar con todo lo que veo de la peor
forma, justificarme y salir victoriosa. No necesito interiorizar, me basto a mí
misma. Para que haya un problema tiene que haber mínimo dos actores en cuestión.
Tales actores pueden ser sujetos, u
objetos, de cualquier modo, es un
tercero, es externo, es el (lo) otro. No pasa a si conmigo, si interactuó con
personas, si le grito a los objetos, pero no son más que meras intervenciones
azarosas que se plantan frente a mí para ser destruidas. Da igual, hay que terminar con el falso sabor
de la culpa, si existe la culpa hay una verdad
y es que no importa. El cómo debería haber actuado no hace más que
alejarnos de nosotros mismos. Hay que dejar de pensar en el otro como parte de
nuestra responsabilidad. Solo requiere atención el capital humano, no la plata,
no la calidad; la necesidad, son objetos, son pedazos de carnes puestos ahí para
agárralos, triturarlos, amoldarlos cuanto se dejen. No es egoísmo, si es egoísmo, pero es egoísmo porque existe tal concepto. Hoy conocí la violencia en el plano de la acción. Veo, siento, sufro, la vivo todos los días. Pero,
es ir un poco más allá, más allá de lo físico, de los ojos morados, de presión en las arterias, de las venas
violetas, del tirón en el cuello, del rechinar de los dientes y nuestra sombra que parece que nos estira el cuerpo y
somos enormes. Es más que violación, que insultos, que el golpe. Sería estúpido
acabar encerrada sin mi voluntad por no poder disfrutar lo que no pasa; es ahí
donde sobrevive lo explícito y no hay que pedir perdón. Lo que más lastima es
lo que imagino, la cara estrolada contra el cemento, todo eso que no sucede,
que explota en el cuerpo y parece escaparse por los poros como humo, un movimiento
brusco con la cabeza, sonarse todos los
dedos de la mano, y permitirte caminar mí no imaginado, clavarte en el pecho el
sufrimiento de seguir existiendo, y levanto la vista… leo la pared, dejo de
exagerar, todos los muertos descansan en paz.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminar