sábado, 21 de marzo de 2015

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   La estación esta vacía, a lo lejos, puedo ver su silueta, todavía invisible, se acerca, se agranda como un mancha oscura. Sus mocasines negros, su  pantalón de corderoy, su remera arrugada, una libreta en la mano,  sus rodillas, su cintura, su torso, la gesticulación nula de su rostro, sus ojos brillando, llenos de agua.  Alrededor, aire,  aire y papel picado. El escándalo termino. Ya hay trenes a once. En dos horas se abren las puertas. Esta justo frente mío, me mira la frente, busco su nariz. Me pierdo en sus pupilas expandidas.  El hombre sin ojos, no sería más que una piedra, con dos huecos enormes y vacios. El esta vacio. Yo también;  sin embargo su mirada se mantiene constante, en cada nuevo encuentro puedo  descubrir  más humedad, más  nicotina,  mas desgano, grietas rojas. No tengo dudas que todo pasa por la mirada, los sentidos, los sentimientos, indisimulables. Lenguaje, no hay más. Estas palabras son absurdas, como todo razonamiento,  solo es una voz que habla, habla, habla, pero si levanto las pestañas  estoy perdida, como un suspiro. Estamos perdidos, la experiencia, el vicio, el sentir, el resentimiento, el dolor,  el asco, la furia, la represión, la  lástima,  el deseo, la muerte,  todo se escapa de nuestro refugio en el brillo  perturbado de la mirada. Estoy perpleja. No puedo despegar mi atención de sus ojos. Me encandilan, me horrorizan, me penetran. Estamos uno frente al otro en el no suceder, atemporales, desganados, vacios, oscuros, llorando.  Quiero acariciarle el rostro, las cejas, el costado de la ojera, la cabeza. No puedo reaccionar, no puedo dar órdenes a otra parte de mi cuerpo que no sea la vista, en la suya (incluso esto no es más que un recuerdo). Otra vez escucho  el ruido de las cadenas, las llaves dentro de los candados, los pasos desesperados.  La multitud  que avanza. Te voy a perder, otra vez. La electricidad de las vías chipotea,  el resto se apila expectante, se empuja. Caen, entorpecen la llegada. Nos separan. Siempre ansiosos por estar ni ellos saben  dónde.  dónde estás?







1 comentario:

  1. Muy especial tu estilo de escribir, la forma en que describíes ese encuentro de miradas.
    Y elegiste una imagen adecuada.

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