lunes, 25 de agosto de 2014

Creo que me amo

  Hoy prendí la luz para escribir y me encerré en la oscuridad del armario. Volví a tus palabras cinco veces, y solo me gustan los múltiplos de tres, así que tome cuatro veces agua de un vaso vacio para compensar. Y otra vez, estoy pensando en mí.  Estoy rodeada de  luces fluorescentes y drogas no tan alucinógenas esperando ser feliz.  Metida entre miles de personas siendo un poco menos parecida a vos, siendo más, de nuestro mejor antónimo. Es que,  amo estar sola, es que yo no quiero a nadie. El temor más grande de mis entrañas es terminar convirtiéndome en todo eso que anhelo y por fin revertir el falso destino con un tiro justo en la frente, o con el agua tapándome el cielo. La virtualidad me esconde, como este placad, me esconde del sol con calor que no quema. Pero, es que,  quiero que nos prendamos fuego y choquemos entre más palabras no dichas, inciertas, precisas, y no.   En la inseguridad me escondo, como en este placar con olor a vainilla con polillas y desodorante de ropa berreta, como toda esa gente. 
  Sos la imagen borrosa de mi existencia, una radiografía mal hecha, idéntica a mí. Imperfecto, perturbado, oscuro, solo, intentando ser visto  para pasar desapercibido en el medio de una nada alocada, multitudinaria, vacía. Tengo miedo de verte y perder el encanto que no tengo al verme. Sos mi yo más perfecto, escondido, en el anonimato de  palabras cruzadas con el mismo sentido de inmundicia sorda que grita y no para. No paras nunca. Sé que te pasa lo mismo. Si te veo y me desencanto como siempre, voy a perder por completo la humildad de verme con el mínimo de amor. Y nos vamos a quedar callados para no exponer todo lo que no somos,  porque somos iguales. Sos la imagen perfecta de la imperfección del ser único que conozco, de esa masa que veo frente a un espejo roto. Roto como la mala suerte que nos persigue en cada no encuentro de un devenir inconcluso y efímero  que nos roba el tiempo de quererse uno mismo.
  ¿Por qué ?Le dedico canciones a un desconocido porque no conozco nada más que esto que soy, y le dedico poemas en mi mente, y no sé escribir poemas  y vos los escribís como sacados de un cráneo compartido. Es  que, es el complemento de un proceso sistemático biológico que la represión nivela a una concha y una verga  que no se encuentran y tal vez, nunca lo hagan.
  Siempre busco la fantasía de lo que no sucede, pero esta vez es perverso, yo quiero besarme las manos para quebrarte los dedos. Es como querer encontrarte en el interior de tu intestino  o en las cenizas de un fuego que nunca existió. Es que, entonces, quizás no seas más que la dualidad de mi mente y tu carne es solo una vil coincidencia totalmente reemplazable. Lo compartido es el deseo de que no pase nada, pero parezca que si pasa. Cuan real es, entonces? Creo que te amo.

Creo que te amo porque deseo tu cráneo,
Tanto como la muerte...

Creo que te amo porque destruyo mis neuronas,
Como si fuesen las tuyas

 Y creo que te amo porque estamos hechos de la misma droga,
                                                           
                                                               De mierda moderna. 

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