Quiero ir a ver una película. Que haya sol, y
viento. Salir del cine, tirarme en la playa, prender un porro y hablar en
silencio. Todavía espero un mensaje que diga te quiero. Quiero entenderte,
quiero entender a las personas. Yo descarto, yo dejo de querer, innatamente, me
aburro, ya esta, a otra cosa. Pero no puedo soportar que la gente me suelte a mí.
Creo que no, y me considero inolvidable. Sera que en realidad solo gusto de mi
yo mismo. Dramatizo, al final no me
interesa mucho el lugar. No hay lugar para mí, estoy donde quiero estar. Si no quiero, tengo ganas. Y estoy, siempre, teniendo razón. No me equivoco, para eso
pienso, me salvo, me entrego, me destruyo, no me consuelo porque no tengo de
que consolarme. Ya no me importa, ahora quiero
tomar alcohol, también, mucho y acostarme, que nos acostemos. Dale, ya fue. Hablemos de tus inseguridades, de cómo no
puedo tomar decisiones. Idealicemos, después puedo romperte la cabeza y la idea
de vos mismo no va ser más que otra farsa ante mis palabras. Al final no somos más
que ideas. Creemos el mundo inmenso, pero somos tan diminutos que todos es producto
de una casualidad tan azarosa, como la fecundación de un esperma y tu tan grata
existencia. En fin, dejemos eso para
cuando me aburra, veni. Si queres, voy.
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