jueves, 21 de noviembre de 2013

Felicitaciones, usted fue dado de alta.



  Hace mucho tiempo no lloraba. Lloro por los indigentes, lloro por la gente buena, lloro porque son pocos, lloro porque son muchos los farsantes, lloro por el alquiler de la libertad que no puedo adquirir, lloro por las ataduras, lloro por Anabel, lloro por la historia sin fin, lloro por la compañía de las parejas adolescentes, lloro por la madre que maltrata a su hijo en público, lloro por las prohibiciones, lloro por el “que vergüenza mira como te mira la gente”, lloro porque miran, lloro porque ignoran, lloro por querer morir, lloro por pelear con la muerte. Estoy en el precipicio más alto de capital federal, estoy mirando la ventana, que da al balcón, que esta sin terminar, que no tiene rejas y donde por fin voy acabar con el llanto, y el no llanto. Abajo esta el vacio, y me acerco, me balanceo, amago, como en un juego, como en una hamaca, voy y vengo, pienso, no pienso y pienso en no pensar. Solo está el vacio, como acá el vacio, y en mi casa, y el trabajo, en la facultad, en la calle, en el túnel del subte. Vacio. Una vez vi una obra de arte psicodelico, creo que de los 60 y seguro en un museo de arte moderno, no lo recuerdo bien, pero había luces y cuando te acercabas había profundidad y querías buscar mas o algo y te dabas la cabeza contra el cristal y todo era vacio, y el cristal no se rompía y algunos lo tocaban porque no creen en la magia. Ni yo, pero está ahí para que creamos, para ir a descubrir el truco leo los diarios de derecha e izquierda, y encuentro trucos, mentiras y toda esa masa enorme de gente que no es buena. 

  Creo que estoy perdiendo la cordura, y eso es digno de lo que se cataloga como “lo normal”. Entonces cada vez hay mas psicólogos, la psiquiatría es el futuro, y también la ingeniera para descubrir mas locuras, para descubrir mas de todo eso que no se nos ocurre porque no los necesitamos, y cada vez mas empresas comprando ese producto con diferentes logos característicos, y detrás de esos logos mas publicistas, grandes publicistas generadores de falsa necesidad, y más operadores, y más consumidores, y menos seres humanos, menos deseo, mas represión, mas manipulación, mas números, menos personas, mas competencia, menos gente buena. Gente buena? No sé, me balanceo, amago y me cuestiono lo que todos alguna vez nos cuestionamos y cada vez me hundo mas y mas en el vacio de lo que “normalmente pasa”. Entonces miro a mi alrededor y no estoy en el precipicio más alto, hay otros más altos, por ende otros más bajos, en todos hay un tipo, o una mina, da igual, un alma queriendo volver a morir y esta muerta seguro desde los seis años, aproximadamente. Los seis años donde ya nos contaminaron los colegios, los padres, las colonias de vacaciones, la vergüenza, el hablar bajo para que el otro no escuche lo que pensas, empezar a elegir, la mochila con rueditas para estar más a la altura y generalmente, los traumas sexuales. Me quiero poner a llorar de nuevo, y una lagrima cae, y ya no puedo verla, el aire la consumió, la esfumo, la hizo invisible, me hizo invisible. Les pasa? Felicitaciones usted fue dado de alta.
Y me balanceo, como en un juego, como en una hamaca.



1 comentario:

  1. Creo que estás bastante cuerda. La historia sin fin tiene ese momento en que a uno de los protagonistas se le hunde el caballo en el pantano. Me pasa algo con el video Siempre fui yo, de El Otro Yo, que me produce cierto desasosiego.

    ResponderEliminar