La única realidad que existe esta en mi cabeza, un sueño, una historia, un anhelo de como seria la vida feliz. Ver un par de fotos de personas que no conozco, o conozco poco y crear una vida en base a ellas. Perder el tiempo, quizá. No es que no intente vivir, incluso vivo, pero en mi cabeza se ve mejor, y esta todo lo necesario para que funcione y sea perfecto, con la cantidad de drama precisa, ni mas ni menos.Ni mucho ni poco. Sin sangre , con sangre. Mas flaca y otra, da igual en mi cabeza soy eso.
Somos nuestros traumas, somos la forma del sueño inconsciente y mas cociente que cualquier palabra que pueda escribir, escupir, mencionar,abolir, reprimir, expresar, o nada. Somos la nada, la nada que es todo. Todo no tiene sentido, ya fue.
La espectadora de un sueño sin moral, donde robar, lastimar, golpear, mantener relaciones sexuales en la vía publica delante de nenes de ocho años es legal. En mi cabeza, en el sueño. Era real para ambos y cualquier cosa que hacíamos estaba bien, cualquier pensamiento insalubre seria el apropiado “total mañana”, decíamos y ahí todo acababa. No importaba lo que pasara mañana, importaba que realmente estábamos siendo esas personas que siempre deseamos ser, mas allá que a la vez sea la parte mas odiosa inclusive de uno mismo. No se porque es odiosa. Quizás los deseos sean esa parte perversa y perturbante de uno. No se , digo, no hablo del deseo del antojo, o el deseo sexual hacia X persona, va mas allá, que se yo, es un deseo tan oculto que me traba los dedos el solo pensarlo y me enreda en el teclado, me siento encerrada en la virtualidad y es que en realidad, quizás solo este extinguiendo mi conciencia por completo y creo estar expresándola. No se.
No se nada. En fin, la moralidad no existía para nosotros, nada en absoluto, tampoco las demás personas. Miramos una película y yo solo me agache ante el, se escuchaba pero nadie parecía oír.Igual después corrimos y al salir, afuera era ciudad, era un laberinto, un amontonamiento de seres mediocres que no podían ver que el salio sin pantalones. Seres que no ven, caminan , esquivan, caminan y esquivan. La monotonía de la sociedad y nosotros corriendo entre ellos, como si fuesen arboles en movimiento de traje y corbata, de vestido y tacos, quizás cambiando dolares.
Creo que era feliz, yo me reía, el no se, no podía ver su rostro, pero si su espalda. Su cara era como una lampara oscura, un rayo de luz sin luz, la luna sin sol y el sol sin luna. Que se yo. A mi no me importaba cual era su cara, solo estaba. Me sentí acompañada como si fuera yo misma en la piel de un hombre, como si yo misma pudiera abrazarme, como si solo existiera yo pero a la vez en compania. Es complicado, como todo el mundo es complicado.
Cuando cayo la noche corrimos alrededor del planetario, una hora y cuarenta y siete minutos aproximadamente, después me toco las tetas, yo chupaba un chupetin como si nada sucediese, me miraba por el retrovisor de un auto que estaba a dos cuadras. No sentía la distancia, los caminos se acortaban y se alejaban cuando estaba en ellos. No estaba drogada, era el estasis de lo estático. Me acorde de una frase: Como las moléculas corriendo al azar en un movimiento browniano, una cultura ajetreada con actividad y cambio puede no obstante ser estática. Estamos en una atmósfera estasiada de nada, pero la nada sin el todo. Pero yo en ese momento lo tenia todo, sus manos en mis tetas, su olor, el calor de su respiración, su rostro sin rostro, mi sonrisa e indiferencia de la paz existencial.
Amanecimos desnudos en la estación de un tren, creo que era la linea mitre, aunque jamas viaje en la linea mitre, pero se que era esa. La gente parecía no vernos, el se levanto y yo deje de verme. Estaba dentro mio, ya no era una espectadora sino que sentía como ella, como yo. El solo se paro y vi su espalda, sus pies en cada pisada, como quien juega al pan y queso, todo era como un juego.Cada detalle, el lateral izquierdo ocupado por una vieja abriendo la boca como quien esta por comer un pacho con todos los aderezos habidos y por haber, como hacia mi vieja cuando reíamos juntas, todo ese movimiento en forma de bostezo, se le fruncía un costado de la nariz y parecía guiñar fuerte un ojo; del otro lado una chica se rascaba tanto el cuello que podía verlo sangrar sin sangre, podía ver lo rojo debajo de su pelo rubio y opaco como quien hace un par de horas no se baña, y así todo su alrededor aburrido e impaciente por llegar a destino. El continuo a paso lento, camino hasta el borde del anden, y en un momento todo pareció desvanecerse a su alrededor, en el bostezo de la vieja, en las uñas con piel de la rubia. Giro, estiro su mano con tierra y creo haber visto su rostro, sin embargo el impacto me lo anulo por completo.

Entiendo los placeres oniricos. La impunidad de los sueños, donde no hay prohibiciones. Los deseos se cumplen, se puede hipnotizar mujeres para que se vuevan complacientes.
ResponderEliminarAunque pertenece un poco al pasado.
Me siento expulsado de mis propios sueños. Aparecen obstaculos tras otro, me despierto en los momentos más inoportunos.
Por suerte todavía puedo soñar con el consciente inconsciente. Aunque al final resulto medio suicida, quizá porque me tenia que despertarme.
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